La ley de emprendedores no generará un colectivo más competitivo; quizás más iniciativas, pero no mejores!

Imagen: www.ticrevolution.com
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La competitividad de un país se mide por conceptos que en ocasiones dejan fuera otros, de indudable valor para medir este criterio. La competitividad en términos generales, valora los resultados que se obtienen y como/cuantos recursos se utilizan para alcanzar dichos resultados. Para mi hay un plano importante de la competitividad de un país, que creo dibuja perfectamente como de preparado esta un país para competir. La cantidad y calidad de emprendedores (en adelante EM). Por tanto como se legisle en este ámbito , es crucial para su potenciación y futuro como colectivo de valor estratégico de cualquier sociedad.


Un país lo define a nivel empresarial su actitud ante el aprovechamiento de oportunidades de negocios que ofrece un mercado y como de eficiente es en esta misión. Eso es emprender, una actitud, una forma de ser, una forma de ver el mercado, una intención de acción y gestión. Escribo todo esto pues se está trabajando en España la nueva ley de emprendedores, y sinceramente, creo que el propósito que persigue se va a ver muy desmejorado por la visión de la figura del emprendedor que proyecta.
Esta ley propone las siguientes actuaciones de cara al EM:
– las pymes podrán tributar por un Impuesto de Sociedades reducido del 15%, siempre que obtengan beneficios. Los socios tendrán una disminución del 20% en los rendimientos netos del IRPF y se podrán beneficiar de una exención completa de este impuesto si utilizan la prestación por desempleo para crear una empresa.
– En cuanto a las cuotas sociales, se establece una “tarifa plana” de 50 euros en las cotizaciones a la Seguridad Social para nuevos autónomos menores de 30 años. Se podrá compatibilizar el cobro del paro con el inicio de la actividad por cuenta propia, y los empresarios podrán volver a cobrar la prestación por desempleo si el proyecto empresarial fracasa
– el empresario no va a tener que responder con su vivienda (si no supera los 300.000 euros) ante las deudas generadas, si bien esta limitación no se aplicará a sus deudas con la Seguridad Social o Hacienda
– El Gobierno quiere también agilizar la constitución de empresas, disminuyen el plazo de constitución y la cantidad necesaria de aportación como capital social
– Los autónomos y pymes no pagarán el IVA hasta que no hayan cobrado las facturas (2014)
– en materia educativa, se garantizará que los currículos en la enseñanza Primaria y Secundaria incorporen competencias en emprendimiento, al tiempo que se fomentará un mayor acercamiento de la universidad a la cultura emprendedora y se asegurará que los profesores cuenten con formación en materia de emprendimiento
Estas serían las condiciones generales de la nueva ley. Se caracteriza por medidas que favorecen la aparición de EM, pero en absoluto, toma en consideración la calidad de los mismos. Insisto que el resultado que preveo con motivo de la entrada en vigor de esta nueva ley lo único que va a propiciar es un aumento de autoempleo, por las “ventajosas condiciones” (no son tampoco excesivas a nivel fiscal, ni rotundamente motivadoras), que no alcanzará grandes niveles de calidad en las iniciativas empresariales (esperanza de vida de estas), pero sobre todo, esto generará un efecto contrario, para provocar esa actitud que ahora no existe. El efecto será aumento de EM, correspondiendo con un alto índice de fracasos empresariales, se mostrara un modelo de castigo para los que le puedan interesar el tema, por lo tanto inevitable descenso de EM (más si mejora las condiciones de generación de empleo y situación económica en general) y se proyectará una mala percepción de la actividad, con la consiguiente inhibición de la actitud para emprender. Ya compartimos hace algún tiempo la idea de que emprendedores a la fuerza era un mal negocio.
La ley hubiera sido una gran oportunidad para cuestiones muy importantes:
– Fomentar una actitud que ahora escasea y no solo para provocar una acción la de emprender. Esta se ve muy favorecida por la pésima situación que presenta la empleabilidad en España. Tan solo el alto índice de paro disparara el emprendimiento, ahora hay que legislar las situaciones para que sea efectivo
– Para mejora la calidad de los emprendedores y por tanto de sus aventuras empresariales
– Aumentar la cantidad de iniciativas empresariales de calidad
– Para reducir las barreras a emprendiendo
– Generar un ambiente emprendedor en la sociedad, favorecedor de iniciativas
– Acompañar en sus miedos técnicos, personales, psicológicos al EM, con la puesta en marcha de recursos eficaces en este sentido
Si no conseguimos instaurar una actitud en la sociedad que provoque que esta vea como viable y alternativa real, iniciar una actividad empresarial, será complicado fomentar un tejido emprendedor mayor y de mejor calidad en nuestro país. Para ello, a esa sociedad se le ha de poner los recursos necesarios para que se sienta capacitada, para dar respuesta a los problemas que estas iniciativas le plantee, se ha de legislar para ayudar a reducir los riesgos y miedos de las personas involucradas en el proyecto y por último, que no menos importante, admitir que el EM ha de ser un aliado de la economía española y no un presunto problema. Hasta que no se den estas condiciones, será difícil que tengamos una España emprendedora. Aparecerá en poco tiempo y se nos comunicaran, datos cuantitativos sobre el incremento de empresas y de emprendedores, disminución de paro, pero esos datos no reflejaran una realidad exacta, pues seguro que no sabremos el nivel de competitividad de esas empresas, su ciclo de vida, numero de fracasos, etc. Se nos presentará una realidad vista desde una perspectiva que puede parecer positiva y quizás lo sea si el objetivos es conseguir más emprendedores, pero que no genera un verdadero valor para la sociedad a nivel económico, quizás más problemas añadidos a coto y medio plazo, sí.
Hemos perdido una magnífica oportunidad para intentar facilitar la inclusión de la clase emprendedora y su actitud, en el ADN de nuestro país. Se ha dejado, claro a través de la ley, como se ve y como se concibe los problemas de los EM. En mi modesta opinión se me antojan como Insuficiente las soluciones aportadas en la ley, pero sobre todo me preocupa más la concepción errónea y distorsionada, que se posee de la figura del EM!. No creo que se le aporte un valor real a este colectivo que posee un estatus estratégico, en cualquier comunidad. No coinciden las soluciones propuestas, con los problemas que presentan los EM españoles. Parte de la inadecuación de lo legislado creo que en parte procede de un gran desconocimiento de este colectivo, de carecer de una visión más cercana, personal y quizás, menos analítica de datos de su comportamientos, anhelos y por tanto necesidades. Yo sigo creyendo en esta figura, que tanto se infravalora en muy diversos planos, legislativo, financiero, social, etc.,. Para fomentar y potenciar las posibilidades que ofrece este colectivo, hay que conocerlos bien, no solo estadísticamente, identificar las barreras que impiden su verdadera proyección, y preparar una batería de actuaciones que mitiguen sus problemas, que favorezcan sus capacidades, luego creo que hay que controlar su trabajo y aportaciones, estar con ellos, no junto a ellos para seguir apoyándolos.
Un país sin emprendedores, o peor aún, con malos emprendedores, es un país abocado a la sumisión económica, a dejar decidir a otros, a que diseñen nuestro futuro gente ajena.

Rafael Cera
@rafacera
Que tengas un buen día!
Si quieres, puede sugerir algún tema de tu interés, a tu disposición!

2 comentarios sobre “La ley de emprendedores no generará un colectivo más competitivo; quizás más iniciativas, pero no mejores!

  1. Mientras no cambie de forma generalizada el concepto de emprendimiento como valor intrínseco de la economía, en vez de solución a corto plazo para resolver problemas de paro puntuales. ¿Cuantos impagados a la seguridad social habrá en dos años después de que haya crecido tanto las altas de autónomos, debido a lo que comentas de la calidad de los proyectos, a la preparación para el salto empresarial, etc?

    Una de las cosas que sí aparece en la ley es la de la inclusión de materias relacionadas en la educación. Eso es importante porque eso, si se lleva a cabo de forma correcta (que ya es mucho decir, pero voy a suponerlo), a largo plazo puede ayudar a ver el emprendimiento como una alternativa más, fifty-fifty con el empleo por cuenta ajena, pero además con concienca y criterio propio.

    SIn embargo, mientras tanto y de acuerdo contigo en todo, la cuestión no está sólo en legislar si no en concienciar, que no empujar, para un emprendimiento de calidad.

    Sin ánimo de spammear hace un tiempo, al comienzo de este fiebre emprendedora, escribí un artículo al respecto «El Suicidio Emprendedor» (http://www.verescreer.es/blog/suicidio-emprendedor/)

    Es entendible, por la gran cantidad de desgracias familiares que se están produciendo, que se lancen al autoempleo personas que no tienen otra alternativa. Ahí es donde se debería incidir para que la calidad, como muy bien indicas, de los proyectos sean lo mejores posibles en la mayor cantidad posible, ya sea mediante legislación, formación etc.

    PD: Gran descubrimiento tu blog. Añadido a mi lector de RSS que reviso diariamente.

    Saludos cordiales,

    Julio

  2. Visión real del emprendedor, la que tienen es la de menos en el paro y los de la segunda oportunidad son fracasos. Falta mucho.

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