El jefe infiltrado, !donde la marca queda al descubierto!

No sé si conocéis el programa de la sexta que se llama el jefe infiltrado. Es un reality que pretende, como su propio nombre indica, infiltrar al máximo responsable de la empresa en su organización para ver el rendimiento de sus trabajadores y la problemática que el negocio delata. En principio parece un programa de interés de dirección, social, y por supuesto se muestran muchas circunstancias interesantes en este ámbito de la empresa. Yo lo veo que posee otros efectos colaterales que afectan a la marca y es donde deseo centrar mi atención. A ver qué os parece

Visualizando la versión española del programa (emitian otra estadounidense del que soy ferviente fan por lo que aporta profesionalmente) en el corto recorrido que lleva en parrilla, apenas unas semanas, es importante ver como los máximos responsables de la empresa diseñan y planifican acciones de valor para la marca y posteriormente, cuando se hacen pasar por trabajadores rasos, comprueban que nivel de aplicación que tiene todo eso que se ha diseñado desde el departamento de producción, marketing o comercial es en ocasiones mínimo, casi irreconocible. Los resultados en cuanto a imagen de marca en los episodios que he visto son variopintos y diversos, pero algo que parece permanente en el programa es que  la relación jefe-trabajador (que es en lo que enfatiza el programa) se muestra desde una perspectiva muy paternalista (obviamente es la emoción que desea generar el programa para el tirón máximo de una audiencia mayoritariamente no experta en estas situaciones de empresa) incluso creo que en ocasiones excesivamente condescendiente con ciertas actuaciones de algunos trabajadores que son dignas de despido procedente por poca profesionalidad, falta de implicación, incapacidad o desgana. Este es el aspecto humano que siempre al final del programa se premia con dinero, o cualquier otro tipo de recompensa por parte del jefe, mostrando un comportamiento que nos es aceptable en ninguna empresa, al menos en una que pretenda ser competitiva y seria/profesional.

Pero lo realmente interesante para mí del programa es como se visualiza el gap entre lo que pretende ser la empresa y realmente lo que es, al menos en aquellos puestos en los que trabaja el jefe. Posee un absoluto índice de realidad cuando se percibe como desde la dirección se planifican y se imponen procedimientos, valores y políticas de empresas, y en el momento de la verdad, cuando el cliente prueba el servicio o el producto, el resultado en muchas ocasiones nada tiene con lo previsto. Recuerdo en un programa donde el fundador de una empresa de limpieza de coches sin agua, trabajando en distintas franquicias y comprobaba que prácticamente la totalidad utilizaban el líquido elemento para adecentar el coche, con lo cual al garete con la ventaja competitiva ecologista que proponíamos!. En otra ocasión pude ver como los procesos de elaboración de la comida (principal aspecto en su oferta de valor, (“comida como se hace en Italia”) no se ajustaba ni en ingredientes ni en calidad a lo establecido por la empresa y cada empleado aportaba su propias ideas en esta forma de preparar la comida, o también hemos podido ver como recientemente una empresa de transporte que ofertaba un servicio rápido de entrega, se hacía visible que era incapaz de cumplir con el compromiso contraídos con el cliente.

Que extraigo de interés de la atención que le presto a este programa, pues:

  • Que la marca en algunas organizaciones es un ente que no se es capaz de dar forma, ni contenido
  • Que empresas mal valoradas es porque existe una gran distancia entre lo que se planifica y lo que realmente se aplica y consigue el cliente
  • Que la formacion continua y seguimiento de trabajadores es básico para que se cumpla nuestro brand essence (valores de marca)
  • Que el momento de la verdad no se cuida convenientemente. Este se produce cuando el cliente prueba nuestro producto/servicio y es entonces cuando se han de cumplir las expectativas creadas desde los departamentos de la empresa
  • Que el control es básico para confirmar que los criterios de calidad, atención al cliente y relación con este se cumplen escrupulosamente, no más o menos, sino exactamente según lo previsto
  • Que son los trabajadores los que tiene que estar al servicio de la marca no al revés
  • Que los trabajadores son los que generan la oferta de valor y que en caso de no tener los adecuados o no tenerlos implicados, pueden ser causa del fracaso de la marca o al menos de deteriorar su imagen
  • Y por último, entre lo más relevante que extraigo es que en los ejemplos/empresas que he podido ver, todos los jefes comentan que los trabajadores pasaron por programas de formacion para su trabajo. Lo cual al ver el resultado en la práctica de sus procedimiento de trabajo y valores de marca en el cliente, me sugiere que esta formacion o no fue suficiente, o estuvo mal diseñada, o fue inexistente, en cualquier caso una herramienta absolutamente necesaria como la formacion en trabajadores para generar valor, no se le concede el estatus y carácter estratégico que posee de cara a mostrar y llevar la marca al cliente en los términos planificados. Sale muy mal parada la formacion por ineficaz tras ver resultados y en cambio luego ante visualizar las deficiencias, la proponen como solución para los propios trabajadores. Raro verdad?, pero reflejo de comportamiento de muchas empresas

 

En definitiva el programa que sigo viendo semanalmente, supongo que será por deformación profesional, me atrae desde el punto de vista de la dirección de personal y que estilo directivo se perciben, modelos de trabajo, procedimientos, soluciones que aplican. Como consultor y colaborador para que las empresas consigan sus objetivos, me resulta atractivo profesionalmente, pero sobre todo me llama mucho la atención visualizar que quiere ser la empresa, que objetivo tiene el jefe y hasta dónde puede llegar su organización. Os comento que en algunos programas me he planteado ¿cómo esta empresa ha permitido que se emita este capítulo con la mala imagen que desprende para potenciales clientes?, o este jefe ¿cómo puede premiar ciertos comportamientos de algunos trabajadores por una cuestión televisiva, cuando en su organización está sentando un precedente que puede servir de modelo, esa mala actuación para otros empleados puede ser disculpable pues se ha premiado y en televisión. Supongo que muchos directivos protagonistas dirán que 45 minutos de publicidad en televisión a nivel nacional, no tiene precio, pero creo como profesional que en esos tres cuarto de hora pueden acabar con una marca, con una empresa o al menos darle muchos disgustos en su cuenta de resultados.  Que hablan de mi aunque sea mal no es una premisa muy adecuada para una marca que pretende ser competitiva y el programa es como la vida profesional misma, todos vemos los gap entre lo planificado y lo ejecutado, pero con el programa adquiere  una repercusión que puede ser decisiva en la trayectoria de la empresa. Ojo jefe infiltrado, la notoriedad televisiva que buscas te puede matar, y es que muestras de que es capaz de hacer en la realidad  tu marca por el cliente, y eso es definitivo para bien y para mal!

 

@rafacera

7 comentarios sobre “El jefe infiltrado, !donde la marca queda al descubierto!

  1. Por muy objetivo que pretenda ser, no olvidemos que estamos ante un programa de televisión que equivale a manipulación total. Desconozco el beneficio económico que se lleve la empresa independientemente de la publicidad gratuita, desde mi punto de vista esta es la razón potente por la que hay empresas que se prestan al show, en varias ocasiones han mencionado sus malos números.

    No se puede juzgar tan a la ligera la actitud de un trabajador que no sigue las normas de seguridad, que se exaspera con mucha facilidad, que no sigue las pautas. Pobre chica aquella que tenía que picar la comida para alimentar a todo un zoo, por favor, una picadora industrial, todo son beneficios. Hace falta salir en un programa para darse cuenta de eso? Afortunadamente hicieron el programa y la chica sigue de una pieza.

    Imprescindibles los mantenimientos preventivos y en su defecto correctivos. Pero es mejor culpar a un chico de que no le explica bien al supuesto empleado como evitar que la masa de las tartas no rebose y se vierta por todas partes porque a la dosificadora le falta un detector.
    Es cierto que hay gente que no merece los puestos que tienen pero me resulta muy degradante cuando el jefe se planta ante ellos y solo les falta ponerse de rodillas por el miedo que sienten en ese momento a perder su trabajo. Y después vienen los agradecimientos, que penoso. Si desde el primero al último de la empresa hiciera bien su trabajo y se consiguiera un buen ambiente, no haría falta tanto agradecimiento y todo iría mucho mejor.

  2. Es cierto, han dado su consentimiento, pero no para el objetivo que se persigue. En un programa le decían a los empleados que la empresa participaba en el programa «segunda oportunidad» donde un fontanero en paro intentaba trabajar de repartidor para formarse en otro empleo, cuando realmente era el jefe. Me parece que la grabación parte de una mentira siendo esto éticamente reprochable.

    1. lo que es éticamente reprochable es la actitud de algunos sujetos.

      recuerdo a un pastelero que incluso acaba tirando las tartas al suelo, que era un impresentable y un miserable, pues no olvidemos que todos los «concursantes» (o sea los jefes) son teóricamente gente buscando una nueva oportunidad o salida en su vida….

      me encanta, por lo limpio y transparante que es, ver como tratamos a gente que pensamos que no son nadie….

      este tio no vale para nada
      yo no le contrataria nunca
      no sirve para esto

      dichas estas frases siempre con desprecio ….

      no amigo no, aquí el único que no tiene ética es el currante miserable, el currante honrado ese, chapeau…

      por eso me gusta más el americano que el español, porque allí no salen tan XXXXXXX

      1. No discuto que la actitud de algunos trabajadores es nefasta, pero creo que la empresa debería tener mecanismos internos para identificar a estos elementos que están trabajando mal o no siguen las normas de la empresa.

        Ni siquiera discuto el modus operandi que se utiliza para evaluar a los trabajadores, lo que sí considero poco ético es que los trabajadores sean objeto de un show televisivo con un contenido diferente al que se les plantea en un primer momento, esto incumple todos los principios que rigen los consentimientos informados y cuando se utiliza la imagen para su proyección en la televisión esto es muy serio.

        En definitiva, se debe proteger la imagen pública de todos los ciudadanos, incluso de aquellos que realizan mal su trabajo.

  3. No discuto el valor publicitario del programa para las empresas, pienso que esto es evidente, sin embargo, sí disctuto la ética de este programa. No me parece correcto que los trabajadores no sepan que están siendo utilizados, ya no digo que sean evaluados sin su consentimiento, sino que son parte de un show televisivo en la que su imagen pública puede ser dañada si realizan algunas acciones que no son del todo correctas. Me pregunto si a los directivos de estas empresas se les hiciera el mismo ejercicio cuál sería el resultado, cómo son las negociaciones con los clientes, el uso de los recursos de la empresa, etc. En definitiva, me parece que si bien este programa es un escaparate para muchas empresas, también puede ser muy perjudicial para la imagen pública de determinados empleados que no han dado el consentimiento para ser los protagonistas de un show televisivo.

    1. el trabajador ha dado su consentimiento y sabe que van a filmarle y saben que su forma de trabajar va a quedar expuesta, otra cosa muy distinta es que fuese llevado a cabo por cámara oculta,…

      lo sorprendente es ver alguna actitudes…

      comparto con Rafa Cera que es absurdo que no haya más despidos, pues algunas cosas son totalmente vergonzosas….

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