La segmentación de clientes sigue siendo una herramienta de mucho valor, pero otra segmentación

En el marketing contemporáneo, la segmentación de clientes emerge como una herramienta crucial para las empresas que aspiran a comprender y satisfacer las necesidades de un mercado diverso y dinámico. Sin embargo, esta premisa no la comparten muchos profesionales del marketing que defienden la no necesidad de dicha herramienta. La tradicional forma de segmentar ya no es válida por no aportar valor, pero se sigue imponiendo esta herramienta que denota conocimiento del cliente, por lo que segmentar no tiene mucho sentido hacerlo de forma masiva y generalizada, pero sigue siendo imprescindible crear segmentos de clientes que al menos tengan un volumen suficiente para hacer rentable la comercialización de la marca. La tendencia actual en segmentación apunta hacia la creciente importancia de las variables cualitativas sobre las cuantitativas, revelando un cambio paradigmático en la forma en que las empresas comprenden y se conectan con sus audiencias.

Históricamente, la segmentación de clientes se ha basado en datos demográficos y variables cuantitativas, como la edad, el género o el ingreso. Si bien estos factores aún conservan su relevancia, la realidad es que no brindan una visión completa del cliente. En contraste, las variables cualitativas, como los valores, las creencias y los comportamientos, ofrecen una comprensión más profunda y holística de las motivaciones del consumidor.

Tomemos como ejemplo el mercado de la moda. Tradicionalmente, las marcas se han centrado en variables demográficas, como la edad y el género, para segmentar su público objetivo. Sin embargo, empresas disruptivas como Everlane han optado por un enfoque basado en valores. Everlane ha cultivado una base de clientes leales al enfocarse en la transparencia en la cadena de suministro y la sostenibilidad, valores que resuenan profundamente con una generación preocupada por el impacto ambiental y social de sus decisiones de compra.

Otro ejemplo elocuente proviene del sector de la tecnología. En lugar de limitarse a métricas cuantitativas como el tamaño del presupuesto o el número de empleados, empresas como Apple han priorizado la comprensión de los estilos de vida y las aspiraciones de sus clientes. Esto se refleja en su estrategia de marketing, que se centra en la creatividad, la innovación y la simplicidad, atrayendo así a una base de clientes que valora la calidad y la experiencia por encima de consideraciones puramente económicas.

Adoptar un enfoque centrado en las variables cualitativas en la segmentación de clientes implica un cambio significativo en la forma en que las empresas diseñan sus estrategias de marketing. Requiere una comprensión más profunda del cliente, así como la capacidad de adaptarse ágilmente a sus necesidades y deseos cambiantes.

Para implementar con éxito este enfoque, las empresas deben invertir en investigación de mercado cualitativa, que incluya entrevistas en profundidad, grupos focales y análisis de tendencias culturales. Además, es fundamental desarrollar una cultura organizacional que valore la empatía y la comprensión del cliente en todos los niveles de la empresa.

En el panorama del marketing actual, la segmentación de clientes basada en variables cualitativas emerge como el nuevo estándar de oro. Al comprender y abrazar los valores y criterios que guían este enfoque, las empresas pueden establecer conexiones más auténticas y significativas con sus clientes, generando así resultados más sólidos y duraderos en un mercado cada vez más competitivo y exigente. Empresas como Airbnb, que se centra en las experiencias de viaje personalizadas, y Nike, que abraza el estilo de vida activo y la autenticidad, han llevado a cabo segmentaciones cualitativas exitosas, conectando profundamente con sus audiencias.

@rafacera

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