LA EMPRESA NECESITA DE MEJORES DIRECTIV@S ANTES QUE DE BUENOS EMPRESARI@S para triunfar

Una vez un modelo de negocio se establece en forma de organización, es decir, en empresa, el rol del/la fundadora y creadora de idea de negocio pasa el gran filtro que puede suponer el éxito y el crecimiento o simplemente el declive. Este filtro no es otro que pasar de ser empresario a ser directivo de la organización, el empresari@s se debe centrar más en el negocio, el directivo en gestionar y liderar la empresa, cuando se incumple en cualquiera de los roles descritos, la compañía no tiene ninguna oportunidad, por muy buena idea de negocio que desarrollemos o por muy buena oportunidad que explotemos en el mercado.

La función directiva en empresas, por muy pequeñas que estas sean, es de mayor trascendencia en el éxito, que la función empresarial de la persona fundadora o propietaria de la organización. Esta es una cuestión que han de saber cualquier persona emprendedora, empresaria o directiva en cualquier empresa.

En el ámbito empresarial contemporáneo, la distinción entre ser un empresario exitoso y un líder directivo eficaz es crucial para el desarrollo sostenible de cualquier organización. Aunque tradicionalmente se ha asociado el éxito empresarial con la capacidad para identificar oportunidades de mercado y tomar decisiones estratégicas, en la actualidad, el rol del directivo ha adquirido una relevancia ineludible. En este sentido, la importancia de ser un mejor directivo que empresario radica en la capacidad para gestionar eficazmente recursos humanos, financieros y tecnológicos, así como en la habilidad para adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio.

La gestión de recursos humanos es un aspecto fundamental en la dirección de una empresa. Un buen directivo debe ser capaz de liderar equipos de trabajo, motivar a los empleados, promover el desarrollo profesional y fomentar un ambiente laboral favorable para el crecimiento y la innovación. Por ejemplo, Steve Jobs, co-fundador de Apple, fue reconocido no solo por su visión empresarial, sino también por su capacidad para inspirar a sus empleados y mantener altos estándares de calidad y creatividad.

Además, la gestión financiera es otro aspecto crucial en la dirección empresarial. Un directivo competente debe ser capaz de elaborar presupuestos, gestionar inversiones, controlar costos y maximizar la rentabilidad. Por ejemplo, Warren Buffett, CEO de Berkshire Hathaway, es admirado por su habilidad para identificar oportunidades de inversión y generar valor a largo plazo para los accionistas.

En un entorno empresarial caracterizado por la rápida evolución tecnológica y la globalización de los mercados, la capacidad de adaptación y la toma de decisiones informadas son esenciales para el éxito. Un directivo eficaz debe estar al tanto de las últimas tendencias y herramientas tecnológicas, así como ser capaz de anticipar y responder de manera proactiva a los cambios en el mercado. Por ejemplo, Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon, ha demostrado una capacidad excepcional para innovar y transformar industrias enteras a través de la adopción de tecnologías disruptivas y la creación de modelos de negocio innovadores.

@rafacera

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